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POR RESPECTO ESCUCHO TODO LO QUE DICEN

Por coherencia hago lo que siento.
9 de marzo de 2023 por
Edurne Ferrero

Yo no quiero que confundas mi silencio con la ignorancia, más bien  quiero ser prudente al hablar.

El silencio no siempre significa ignorancia. De hecho, a veces es el signo de alguien que está reflexionando y considerando cuidadosamente su respuesta antes de hablar. El silencio también puede ser un signo de respeto, especialmente en situaciones en las que alguien está escuchando a alguien. Solo porque alguien no hable mucho no significa que no esté interesado o que no tenga nada que aportar a la conversación. De hecho, las personas más calladas son las que tienen algunas de las ideas más valiosas y perspicaces.

Yo no quiero que confundas mi tranquilidad con la aceptación, más bien no quiero desperdiciar mi energía.

La tranquilidad no siempre significa aceptación. Solo porque alguien esté tranquilo y no esté discutiendo o argumentando no significa que estén de acuerdo con lo que se está diciendo. En muchos casos, las personas pueden estar en desacuerdo pero elegir no discutir por diversas razones: evitar el conflicto o simplemente no querer desperdiciar su energía en una discusión que no llevará a ninguna parte. La tranquilidad también puede ser una señal de autocontrol y madurez emocional. En lugar de reaccionar impulsivamente, las personas tranquilas suelen tomarse el tiempo para procesar sus emociones y responder de manera racional.

Yo no quiero que confundas mi gentileza con la debilidad, más bien  quiero tener empatía con tu situación.

La gentileza no siempre significa debilidad. De hecho, la gentileza puede ser una de las cualidades más fuertes y valiosas que alguien puede tener. Ser amable y considerado con los demás no significa que alguien sea débil o fácil de manipular. De hecho, la gentileza puede ser una forma efectiva de comunicarse y resolver conflictos. Las personas que son gentiles también son a menudo compasivas y empáticas, lo que puede ayudar a construir relaciones positivas y duraderas con los demás.

En conclusión, la frase "No confundas mi silencio con ignorancia, mi tranquilidad con aceptación y mi gentileza con debilidad" es un recordatorio poderoso de que las apariencias pueden ser engañosas. No podemos juzgar a las personas por su apariencia o comportamiento superficial, ya que no siempre es un indicador de quiénes son realmente. Debemos tomar el tiempo para conocer y comprender a los demás antes de sacar conclusiones precipitadas, y reconocer que cada persona tiene su propia forma única de expresarse y comunicarse. En lugar de subestimar a aquellos que parecen ser más reservados o pasivos, debemos reconocer su valía y apreciar las cualidades únicas que tienen para ofrecer.

GRACIAS GRACIAS GRACIAS

~ vive salvaje y libre ~



Edurne Ferrero 9 de marzo de 2023
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